Me prometí a mi misma no olvidarme nunca de lo mal que lo había pasado. No olvidarlo para así valorar lo que se tiene.
No olvidar mis dolores de piernas. Ahora valoro el poder andar con ellas.
No olvidar cuando no tenía pestañas. Ahora valoro el poder darme rímel
No olvidar cuando los alimentos me provocaban nauseas. Ahora valoro cada trozo de comida que entra en mi boca.
No olvidar que la muerte forma parte de la vida. Ahora valoro la vida sabiendo que detrás viene la muerte.